Se han identificado una serie de riesgos que podrían afectar la evolución futura de las carteras recomendadas por Finizens:
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Riesgo de mercado: las carteras están compuestas por una serie de instrumentos que replican una serie de índices. Estos índices son representativos de clases de activo o de mercados a nivel macro (por ejemplo acciones europeas, acciones americanas, bonos europeos). Los mercados de por sí han sido históricamente volátiles y por lo tanto como consecuencia también nuestras carteras podrían sufrir cierta volatilidad.
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Riesgo de divisas: se origina por la variación en los tipos de cambio de las divisas cuando la inversión ha sido realizada en una moneda diferente a la de la cuenta de origen. Parte de las carteras están invertidas en acciones americanas (USD), acciones japonesas (JPY) y en acciones de empresas de países emergentes (denominadas en moneda local). Por otro lado, las posiciones en oro y los bienes raíces están denominadas en dólares. El riesgo de tipo de cambio es el peligro que se origina cuando se realiza una inversión en una moneda extranjera, ya que nuestra ganancia o pérdida no dependerá solo del activo en el que invirtamos, también influirá el tipo de cambio.
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Riesgo país: las carteras están altamente diversificadas entre regiones geográficas distintas como Europa, Estados Unidos, Japón, los Países Emergentes y por último, los bienes reales. El riesgo país hace referencia a la probabilidad de que un país, emisor de deuda, sea incapaz responder a sus compromisos de pago de deuda, en capital e intereses, en los términos acordados.
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Riesgo de liquidez: nuestro criterio de selección de los activos a utilizar ha tenido sumamente en cuenta los ratios de liquidez históricos de cada uno. El riesgo de liquidez es incapacidad de transformar un activo (por ejemplo:acciones) en dinero en efectivo.